Sin embargo, el panorama está cambiando. Las tesis evolucionistas, consideradas hasta hace poco irrebatibles, y que nadie podía cuestionar sin arriesgarse de ser ridiculizado, están planteando cada día mayores fisuras. La ciencia no es una disciplina estática, evoluciona constantemente añadiendo nuevos descubrimientos.
Entonces, si el creacionismo bíblico literalista, llamado de la tierra joven CTJ, no es sostenible porque los descubrimientos científicos lo hacen inviable; y el evolucionismo materialista se muestra cada vez más impotente a la hora de explicar la complejidad del universo y el origen de la vida ¿cuál es la salida?
El autor plantea en este libro una tercera vía: la del diseño inteligente. Defiende la idea de que el ADN, así como las demás estructuras y procesos fundamentales de la vida, se deben a la acción de un diseñador inteligente, y se muestra convencido de que la investigación de este diseño inteligente se impondrá, tarde o temprano, como disciplina científica, pese a los denodados esfuerzos que siguen haciendo los científicos ateos para evitarlo.
Sin embargo, la ciencia no puede ni debe ir más allá, ya que su método la hace incapaz de escudriñar la identidad del Diseñador. Para seguir por este sendero, hay que darle la mano a la teología; es uniendo el esfuerzo de ambas, que hasta ahora se han visto como enemigas, que se hace posible llegar: A Dios por el ADN.
Dentro del área creyente, este libro es una herramienta ideal para pastores o profesores cristianos, que pueden recomendar a jóvenes estudiantes de secundaria o universitarios que les plantean dudas acerca de cual es la postura cristiana respecto a la ciencia, la creación y la evolución.
Dimensiones: 152 x 229 x 18 mm
Peso: 0,408kg
Cubierta: Rústica
Idioma: Español
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