Jeremías reconoce que es el mismo Dios alfarero, que lo había escogido aún antes de darle vida, el que ahora le muestra como forma a los pueblos. El Señor le había dicho que su misión hacia las naciones era derribar y destruir; el alfarero le muestra gráficamente la soberanía del Dios que nos forma a mano, del barro, para sus propósitos sublimes.
ISBN: 9789506832100
Cubierta: Rústica
Número de páginas: 144
Idioma: Español
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